Segundo encuentro del picnic emocional: Importancia de poner límites y decir No










En un mundo donde el estrés y la rapidez de la vida cotidiana a menudo nos sobrepasan, el concepto de “picnic emocional” emerge como una práctica revitalizante que nos invita a reconectar con nosotros mismos y con la naturaleza. Es una oportunidad para conversar y disfrutar de la compañía de amigos y desconocidos, generando así emociones positivas y mejorando nuestro bienestar emocional, desde las vivencias de cada participante.

 
En su segunda versión, el Picnic Emocional organizado por Los Argonautas y La Nota Bq, se llevó a cabo en las zonas verdes de la Plaza de la Paz en Barranquilla, consolidándose como un espacio invaluable para el bienestar emocional de los asistentes, donde se tomó como tema principal la importancia de poner límites y aprender a decir No.

"Establecer límites claros es esencial para proteger nuestro espacio personal y emocional, permitiéndonos definir lo que estamos dispuestos a aceptar de los demás y de nosotros mismos". Aprender a decir “no” es una parte integral de este proceso, ya que nos ayuda a mantener nuestra integridad y respetar nuestras propias necesidades y deseos.

Poner límites puede significar elegir conscientemente participantes que respeten nuestro espacio y tiempo, o decidir que situación de nuestro ajetreo diario estamos dispuestos a permitir. Decir “no” puede ser tan simple como rechazar una conversación que no deseamos tener o una actividad que no queremos realizar, Pero debemos ser conscientes que todo inicia desde nosotros. 


Por supuesto, no podemos olvidar que la asertividad juega un papel fundamental en este contexto. Ser asertivo significa comunicar nuestros deseos y necesidades de manera clara y respetuosa, sin agredir a los demás, intentando ser empaticos, pero dejando claro nuestros conceptos y decisiones. 



La iniciativa del Picnic Emocional busca promover la inteligencia emocional y construir una comunidad más consciente y solidaria en Barranquilla. Estos encuentros mensuales esperan convertirse en un punto de referencia para aquellos que buscan apoyo emocional y una mejor comprensión de sus propios límites y necesidades.



Los participantes compartieron sus experiencias personales y reflexionaron sobre cómo establecer límites claros puede mejorar nuestras relaciones y bienestar general. La jornada estuvo marcada por la camaradería, las risas y el intercambio de vivencias, creando un ambiente seguro y acogedor para todos.




En conclusión, este picnic emocional es más que un simple acto recreativo; es una práctica de autoconocimiento y autoafirmación. Al poner límites y decir “no” cuando es necesario, no solo protegemos nuestro bienestar emocional, sino que también fomentamos relaciones más sanas y respetuosas con los demás. 











El Picnic Emocional continúa creciendo y ofreciendo una plataforma para que los barranquilleros se apoyen mutuamente y compartan sus experiencias de vida. 


Autor: 
Lina García